En un acto de bondad, Suki Mixson ayudó a llegar a casa a un hombre que se encontraba borracho. Como recompensa el hombre le regaló una ardilla bebé.
Suki intentó devolverla a la naturaleza para que viviera en libertad pero la ardilla prefería estar al lado de la mujer. Desde entonces ella duerme en su cama, vaga por la casa libremente y le encanta viajar acompañanado a la mujer en su Harley.
(Incluye vídeo al final de la noticia)
Visto en: Postandcourier