Un hombre grabó el momento en el que una mujer se acercaba a un alce salvaje y lo empezaba a acariciar.
El hombre estaba grabando al animal mientras se lo enseñaba a su hijo y cuando de repente vio acercarse a la mujer se quedó de lo más sorprendido. Explica que parecía que la mujer tenía un efecto calmante sobre el animal. No aconsejan acariciar a alces salvajes ya que puede llegar a ser peligroso.
Quizás el animal pudo oler o sentir en la mujer que no tenía ningún tipo de maldad y por eso reaccionó así de bien.
fue muy valente, pero demasiado arriesgado…