Tanto el perro como el gato descansan “muy panchos” en el sofá pero el gato va a tener que aguantar durante un rato los graciosos golpes en la cara debido a los incesantes movimientos de cola de su compañero.
Tanto el perro como el gato descansan “muy panchos” en el sofá pero el gato va a tener que aguantar durante un rato los graciosos golpes en la cara debido a los incesantes movimientos de cola de su compañero.