Son conocidas como tortugas mordedoras, pero este amante de los animales hizo caso omiso y al final acabó hospitalizado por querer tener una muestra de afecto hacia su tortuga.
Al parecer el hombre chino de la provincia de Fujian (China) quería liberar a la tortuga en su medio natural, pero decidió darle un beso para despedirse antes de dejarla libre.
Desgraciadamente el amor no fue correspondido igualmente y la tortuga mordedora hizo honor a su nombre. La tortuga mordió el labio del hombre y se negaba a abrir sus potentes mandíbulas en forma de pinzas.
Finalmente el hombre se pudo liberar y un amigo de él publicaba un mensaje en las redes sociales para advertir del peligro de besar a una tortuga mordedora.
(Vía
Lo lleva en el nombre… mordedora ¿quién no entiende qué? 🙂