Esta mujer se dirige a la playa acompañada de su gato y de un momento a otro decidió tirarse al suelo y no continuar.
Según asegura su familiar: compañeros “amantes de los animales”, el gato no sufrió tortura, estaba demasiado perezoso de tanto jugar. Llevaba arnés y no collar, por lo que su cuello no sufrió daños.
Estamos seguros que después de esto tendría que ir directo al baño para limpiar su precioso pelaje blanco.
pobre gato…
Yo no me fije en el gato…
Normal, yo tambien me dejaría llevar por esa arrastrado o como quisiera
Mi gato también lo hace siempre que está sobre arena fina. Creo que le gusta la sensación de rozamiento, como si le acariciara una mano gigante todo el costado a la vez.
La tia esta que lo rompe y el gato se las esta gozando con el roce de la arena y demas, que no es tonto joder.