Un perro del que nadie se preocupaba, que pasó meses, posiblemente años siendo torturado y finalmente fue dejado en una zanja para morir, ha conseguido una segunda oportunidad.
Una mujer que estaba paseando por una zona de Alabama (EE.UU.) cuando de repente descubrió a un perro herido a un lado de una carretera.
Rápidamente decidió ponerlo en conocimiento de las autoridades y llamó a la oficina del Sheriff del condado de Jefferson.
Se trataba de un perro de raza Bóxer, estaba deshidratado y con el cuello en carne viva debido a la cadena que tenía fuertemente.
Cuando los agentes llegaron a la zona se pusieron en contacto con la gente de “Greater Birmingham Humane Society“, ellos enseguida se ofrecieron para prestar ayuda al animal.
El perro fue trasladado a las instalaciones de GBHS para recuperarse de las heridas. Actualmente la policía está tratando de dar con la identidad del dueño del animal.
Va a llevar un tiempo que se cure la infección que tiene en el cuello pero cuando se recupere, el perro será puesto en un programa de adopción.
(Vía)