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Mientras viajaba con su perro en coche a unos 110 km/h por una carretera de Utah (EE.UU.) una de las ventanillas se abrió accidentalmente y el perro se precipitó.
Milagrosamente el perro de Diane Stoebe no fue alcanzado por ninguno de los coches que circulaban cerca en ese momento y pudo alejarse sólo con heridas leves.
Diane estaba hablando por teléfono con su hijo cuando notó que “Eskimo”, su perro de 5 años de edad, tenía sus patas encima del reposabrazos y estaba mirando por la ventana cerrada.
Ella no se preocupó ya que siempre tenía las ventanas cerradas pero recientemente su hermana había estado conduciendo y se olvidó de bloquearlas.
De un momento a otro vio como el perro tenía la mitad de su cuerpo fuera de la ventana. El viento atrapó al animal y lo tiro hacia la derecha.
Afortunadamente y milagrosamente el perro resultó herido pero no fue nada grave.
Ahora Diane quiere que su historia se difunda para prevenir a la gente y que tome precauciones cuando viaje con sus animales.
“Cada vez que te metas en el coche, asegúrate que tienes las ventanas con los seguros, sobre todo para los niños y para los animales“.
“Sólo se necesita unos minutos para que algo así pueda suceder, con animales o niños, así que asegúrate de que están a salvo“, comentó Diane.
Milagro!!!!
Posted by Vivir Con Perros on Viernes, 19 de junio de 2015
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¿Ella estaba manejando a 110 km/h y hablando por teléfono con su hijo? Wow, el milagro es que no mató a nadie por semejante irresponsabilidad.
Se llama “manos libres”. De nada.