Hace tres años que Gonzo empezó a tropezar con su plato de comida. Se estaba quedando ciego y nadie sabía el motivo. A pesar de todo, el perro de trineo no permitió que su ceguera le impidiese correr con el trineo y con la ayuda de su hermano Poncho, sigue corriendo.
Cuando Gonzo se quedó ciego su hermano Poncho no lo trató diferente. Enseguida Poncho se dió cuenta de que su hermano necesitaba ayuda y los dos empezaron a trabajar juntos de una manera única.
“Al principio, él estaba un poco nervioso cuando Gonzo se inclinaba hacia él. De alguna manera, no sé cómo se comunicarán los perros, él aprendió que cuando su hermano se inclinaba hacia él era para saber hacia donde girar y a que velocidad iban”, explicaba Karen Tolin.
Poncho incluso fue más allá dejando muy claro el vínculo que ambos tienen cuando participan en las carreras. Un día de primavera, mientras estaban dando un paseo con el trineo, Gonzo se puso al borde del camino y se cayó.
Normalmente cuando los perros van corriendo en trineo siempre siguen adelante pero Poncho se paró para esperar a Gonzo. Se acercó a donde estaba su hermano y agarró con los dientes su arnés.
“He corrido en un montón de lugares por todo el país y fue la cosa más increíble que he visto hacer a perros de trineo”, explicaba su familiar.
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Que historia tan bonita, que increibles son los animales!!!
Cuantas personas en el mundo deberían aprender de los animales.
Que dejen de explotar a los animales para hacer carreras absurdas.