“Nora” había pasado toda su vida dentro de una jaula y todavía era un cachorro cuando dio a luz. Era una perra que su única finalidad era ser explotada para sacar dinero.
Nadie conoce el sufrimiento por el que tuvo que pasar Nora, a pesar de su corta edad, cuando malvivía en un patio trasero de Manitoba (Canadá) en un criadero particular con el que un hombre se estaba lucrando.
La perrita estaba en los huesos pero afortunadamente fue rescatada y tras unos días de recuperación fue adoptada por Elizabeth y su marido, quienes durante ese tiempo estaban buscando un perro para adoptar y nada más ver a “Nora” se enamoraron de ella. Todos los cachorros fueron adoptados por diferentes familias, excepto uno que debido a su estado de salud falleció.
“Nora” ha crecido con el bebé de la familia y su relación es extraordinaria. Es muy atenta con él y es como si fueran hermanos.
Pasó el tiempo y siete años después del rescate, una de las familias que tenía a uno de los cachorros llamado “Remi” se comunicó con la familia de Nora para explicarles que ya no podían mantener al animal.
Elizabeth decidió realizar el viaje de 6 horas de distancia hasta Winnipeg para realizar un encuentro entre “Nora” y “Remi”. En cuanto los dos perros se vieron, fue una explosión de emociones.
Finalmente la familia decidió hacerse cargo del otro perro y ahora ambos son inseparables. Hacen todo juntos e incluso hace poco, cuando “Remi” fue atropellada, “Nora” cuidó de él en todo momento y le dio todo su apoyo.
Fotos: Wellettas