1
Carolina nos pide ayuda desesperada para tratar de encontrar a “Pelayo”, su querido perro robado hace tres años. Quizás la persona que lo tiene no sabe que es robado.
Dentro de un mes justo se cumplirán tres años de que separaron a Carolina de su perro. Ahora la mujer está ofreciendo 1.000 euros a quien le devuelva a su perro y no hará ninguna pregunta, sólo lo quiere de vuelta a su lado.
Para los que no conozcan la historia de Pelayo a continuación compartimos un texto que la propia Carolina nos ha enviado:
“Pelayo, mi pequeño, iba paseando como habitualmente hacía con mi padre y con Tuki, nuestra otra perrita. Bajó las escaleras de la plaza dónde siempre estaban y mi padre iba sólo unos pasos detrás de él. Pelayo, se paró junto a un árbol y de repente un coche paró en mitad de la calle, se bajó el copiloto lo cogió y se lo llevó. En 1 minuto te habían secuestrado, separado de nuestras vidas, destrozado a todos.
Mi padre se quedó paralizado, no supo más que chillar como pudo (una persona mayor enferma). Lamentablemente sólo pasaba en ese momento por la calle un hombre y únicamente se fijo de lejos en el coche. Esto ocurrió el 8 de diciembre a las 15:30 del 2014, en Madrid (Villaverde Alto).
Yo estaba fuera de España y hasta las 23 horas que llegué no me enteré, desde ese momento no he dejado de buscarle por cada rincón pero no he conseguido ni una pista sobre dónde está, quien le cogió, que ha ocurrido. Por supuesto que los hechos se denunciaron al instante y después yo fui barrio por barrio hablando con la policía que me encontraba y dándoles su cartel. Unos se “reían” de mi pero otros muchos se quedaron con su foto, con sus datos, con todo lo que había ocurrido.
Hay una recompensa de 1.000 euros pero cualquier persona sabe que el dinero que pueda dar por él lo daré, es una cifra puesta como podría ser cualquier otra.
A tí Pelayo:
www.facebook.com/
No soporto cuando pienso en lo que ha podido ocurrir, en lo que te han podido hacer, en tu dolor, en tu sufrimiento. El mio me da igual pero el tuyo… me destroza.
He llamado a cientos de puertas y muy muy poquitos me han ofrecido ayuda.
No se que más hacer para que tengas una mayor visibilidad, pero seguiré hasta el último momento, jamás te voy a fallar.
Si fuera al revés tú nunca cesarías, y yo tampoco lo haré.
Pelayo, vamos a reunirnos de nuevo y me volverás a dar un lametón en la nariz. Imaginas cuanto te echamos de menos porque tú nos echas igual“.
1