Un hombre se dirigía a su trabajo cuando pudo grabar el simpático momento en el que un perro decidía refrescarse y jugar con una fuente de agua.
Un claro ejemplo de como los animales tienen la facilidad de enseñarle a los seres humanos a disfrutar de los sencillos placeres que nos da la vida.
Está claro que el perro disfruta como un enano de la fuente de agua y jugando con los chorros que salen de forma automática.
Divino 🙂
definitivamente son unos niños ajjaja hermoso!!