Esta perrita fue dejada a su suerte atada a un poste al sol en una conocida zona de Roma.
Cuando el animal fue encontrado estaba sufriendo un golpe de calor y la intervención de los agentes fue decisiva para evitar un horrible desenlace.
Desataron a la perrita y se podía ver claramente su estado de fatiga debido a haber soportado mucho tiempo al sol sin manera posible de escapar.
Tras liberar al animal le dieron algo de agua para tratar de que se recuperara un poco y comenzaron a tratar de investigar quienes eran los dueños.
Desgraciadamente la perrita no tenía microchip y iba a ser labor complicada.
La perrita fue bautizada con el nombre de “Maggie” y su historia saltó a los informativos locales.
Los policías de la comisaría de San Giovanni se convirtieron en protagonistas de la historia, en especial uno de los agentes que quedó enamorado de Maggie.
Tras el rescate, la perrita iba a ser enviada a una perrera pero uno de los agentes decidió adoptarla.
Hoy en día Maggie vive feliz y tiene el hogar que se merece.