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A este perro con un grave problema en sus patas delanteras no lo para ni la nieve y eso no supone un problema para que se pueda desplazar y divertir.
Gus tiene un año de edad y fue diagnosticado de una deformidad congénita, lo que se traduce a no poder utilizar sus patas delanteras.
Pese a su deformidad, el perro hace vida normal junto a su familia y hace unos días era grabado incluso haciendo snowboard.
Cuando el perro se quiere desplazar por zonas que no tienen nieve, utiliza un carrito con ruedas que le facilita el día a día.
VÍDEO:
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