Hace unos días compartíamos con todos vosotros la historia de un perro llamado London, un pit bull que después de caer de un tercer piso tuvo que ser operado y le tuvieron que amputar las dos patas delanteras.
A pesar de todas las dificultades, gracias a la protectora y a los veterinarios, London a aprendido a caminar sobre sus dos patas traseras y hoy en día es muy feliz y juega como los demás perros. De momento está esperando recibir una silla especial para perros para que pueda moverse con más facilidad.
A continuación os dejamos dos vídeos en el que se ve a London antes y después de ser operado. Es todo un campeón y como podéis ver es todo un ejemplo de superación ante las dificultades que le ha puesto la vida.
Y estos animales, pese a haber sufrido lo indecible en sus pequeñas vidas, aún están llenos de amor para darnos. Hay algo muy simple que están intentando enseñarnos, y que nos negamos a ver y a aprender.