Esta es la brillante idea que han tenido varias personas que son vecinos para que sus perros puedan verse y jugar cuando quieran.
“Potate”, es un perro que desde que fue adoptado ama a sus dueños por encima de todo y ahora con más razón.
Antes de ser adoptado, el perro vivía en las calles y sobrevivía como podía como cualquier perro callejero.
Potate encontró primero a su familia pero ahora ha encontrado a su alma gemela.
Casi al mismo tiempo que Hailee Graham y su esposo llevaban a su casa al perro, su vecino de al lado adoptaron un perro que tenía más o menos la misma edad de Potate. Un perro llamado “Vernon”.
A pesar de la alta valla que separaba las dos casas, no pasó mucho tiempo para que Potate y Vernon se dieran cuenta de la presencia del otro.
Desde un primer momento hubo muy buena química y amistad entre los dos perros.
Sin embargo era tal la amistad y las ganas que tenían de estar juntos que los perros estaban reventando el jardín haciendo grandes agujeros a modo de túnel para tratar de juntarse.
“Salgo y los veo cavando un túnel entre ellos. No pudimos hacer que se detuvieran. No podíamos mantenerlos separados. Simplemente seguían cavando agujeros el uno y el otro“.
Después de un tiempo, los dueños de los perros tuvieron una buena idea para que pudieran estar en contacto y acercarse el uno al otro cuando quisieran.
Construyeron una puerta especial para perros en la valla del patio trasero de la casa lo que permite a Potate y Vernon verse cuando quieran.
Desde entonces las cosas no han podido ir mejor para los dos perros. Todo gracias a la puerta nueva.
“Espero que aliente a las personas a ser más amigables con sus vecinos y a fomentar un sentido de comunidad“. “Nos ha funcionado bien hasta ahora“, dijo Graham.
Fotos: Hailee Graham
Que hermosos los papis de estos peludos.