Dos varones, sobrino y tío, cuyas iniciales son B.B.C. y J.B.R. han sido condenados después de haber robado, en el año 2009, entre 30 y 40 perros de una protectora de Úbeda
Ninguno de los dos hombres ha confesado el robo de los perros pero sin embargo, la dueña de la perrera reconoció a los perros que la Guardia Civil encontró en posesión de los dos hombres. Todos los perros fueron recuperados excepto uno.
Por otra parte, un testigo, explicó que el día de los hechos se cruzó por la carretera de la aldea de Santa Eulalia a Úbeda con dos personas que iban hacia esta localidad andando con 30 perros, aseguró que se vio obligado a poner la primera marcha al coche para poder pasar. Dicho testigo reconoció fotográficamente, sin duda alguna, en dependencias policiales a B.B.C. como una de las dos personas, en concreto, el que llevaba los cachorros en los brazos.
El Juzgado de lo Penal considera que hay pruebas suficientes para condenar a cada uno de ellos a una pena de un año y medio de prisión por un delito de robo con fuerza, así como a indemnizar a la entidad perjudicada, conjunta y solidariamente, el valor de un perro sustraído y no recuperado, 50 euros, y el valor de los daños causados en puertas, tasados en 50,92 euros.
Vía: Europapress
50 euros… que pena que eso sea el valor de la vida de un ser. Por otro lado habría que ver que hacían estos desgraciados con los perros, seguramente cebo para peleas, o vete a saber, cuando conoces el mundo de las protectoras ves lo horrendo que puede ser el hombre
“(…), el valor de un perro sustraído, (…)”, qué monstruosidad. Espero que dentro de 50 años los que lean algo así piensen que éramos unos bárbaros. Es como leer “el valor de un niño sustraído y no recuperado”. Reformas de ley ya.