Los que amamos a los animales sabemos la cantidad de emociones que nos trasmiten nuestros peludos y hay una emoción que nunca podrás ver mejor ejemplificada que en un perro rescatado: la gratitud.
“Peanut” es una perra de un año de edad que después de pasar 12 días en el corredor de la muerte fue rescatada.
La perra se salvó de la muerte gracias a su padre y ahora cada día se lo agradece con una lluvia de besos.
“Fue adoptada después de pasar 12 días en un refugio que sacrifica perros. Estaba muerta de miedo cuando llegó a su nuevo hogar. En las dos primeras semanas se convirtió en el bebé grande de la casa y ama a su papá“. “Esperamos que todos los días del resto de su vida esté llena de tanta alegría“, escribía Eric Fox.