Un hombre encontró en el jardín de su casa a un pequeño colibrí que tenía graves problemas. Rápidamente se puso manos a la obra para tratar de ayudar al pájaro.
El hombre cogió al colibrí y trató de darle de comer con agua y azúcar. Pasado un rato el colibrí despertó, al cabo de unos minutos volvió a recuperar su posición.
“Con el tiempo fuimos capaces de levantarlo y darle de comer con una cuchara”, comentó el hombre.
Hicieron un intento para que comiera unas flores pero parece ser que no le apetecía.
Con el tiempo voló, aterrizó de nuevo y volvió a volar.
(Vía)
Hermoso gesto…MUCHAS GRACIAS…
El colibrí podrá volver volar para recordarnos que es uno más en este planeta.De verdad, gracias por la acción.