Después de que unos ladrones entraran a robar el sábado por la tarde en la casa de una familia de Fort Wayne (Indiana), lo único que querían recuperar era a su querido Charlie, un cachorro de 4 meses.
Los ladrones aprovecharon para entrar a robar cuando la familia de Snyder estaba realizando unas compras. Junto con los regalos que había debajo del árbol de Navidad y varios productos electrónicos, también desapareció el bulldog americano Charlie.
“Fue horrible”. “Todo es absolutamente horrible”, comentaba Sheila Snyder.
Mientras que el seguro que tenía la vivienda ayudaría a sustituir los regalos y los productos electrónicos, nada sería capaz de reemplazar a su querido perro. Snyder estaba preocupado por la seguridad de Charlie y esperaba que no resultara herido. Estaba decidido a ir a buscarlo todos los días.
Por suerte, sólo unos pocos días más tarde Charlie estaría a salvo de nuevo en su casa. El martes por la noche una persona anónima dejó al perro en una protectora de animales. Al comprobar el microchip se pudo localizar a la familia y el miércoles Charlie se reunía con los Snyders.
“Es muy emocionante”. “Esto es mejor que los regalos que había debajo del árbol”.
Charlie no dejaba de mover la cola y saltaba por la alegría de volver a ver a su familia.