Una madre decidió durante un aburrido día empezar a hacer burbujas para su hija Molly mientras su perro adoptado estaba delante.
Al principio la niña no pensó que las burbujas podían ser tan divertidas, hasta que su perro adoptado Bennie comenzó a jugar.
La madre de Molly, dice que ver estallar las burbujas a Bennie y ver la reacción de su hija, ha sido lo más gracioso que ha visto en sus nueve meses.