Este hombre, al llegar del trabajo, se ha encontrado una sorpresa por parte de alguno de sus perros que seguro nadie querría encontrar. Hay tres posibles culpables: Tank, Jed o Xena.
El culpable se ha delatado el solo, se trata de su perro Tank, de raza English Mastiff. La prueba del delito la tiene sobre su cabeza.
Tank en un momento de curiosidad, le dio por abrir el cubo de la basura y dejar toda la cocina perdida.
jjjjajajjajajaja q majo por dios¡¡¡¡ dan ganas de comerselooooo¡¡¡muakkkk guapooo¡¡¡ 😉
La cara del perrito! jajaja que lindos xD
Qué gracioso el perro con el “arma” del delito en la cabeza. Con qué cara de disimulo mira al dueño. jajaja muybueno.